La muerte de Jean-Paul Marat
El día trece de julio de 1793, o veinticinco messidor del año I (Calendrier Republicain), fue asesinado en su domicilio particular el médico, escritor y dirigente revolucionario Jean-Paul Marat. Cinco días después, en París, la activista girondina Charlotte Corday era ajusticiada en la guillotina como autora del crimen.
![]() |
"La mort de Marat" por Jacques-Louis David (1793) |
Marat agonizante, tendido en su bañera; el brazo derecho extendido conservando aún la pluma entre sus dedos, en el piso el puñal caído y en el brazo izquierdo un manuscrito con el nombre de su victimaria.
Mas allá del gesto heroico (inspirado en Caravaggio) y el sentido propagandístico de la obra, se nos muestra una escena realista y brutal. Causó gran impresión en su momento conmoviendo a las masas populares y enalteciendo los espíritus revolucionarios. Por otro parte, llegó a ser considerada una "terrible bella mentira" por quienes reparaban en la ausencia de algunos detalles y en la presencia de componentes simbólicos; sin embargo, el sentido artístico de la obra es sin duda otro que la fijación forense.
"Charlotte Corday" por Jean-Jacques Hauer (s/d) |
El hecho sucedió en plena Revolución Francesa, en los comienzos de la época del terror (La Terreur), cuando el triunvirato Robespierre, Dantón y Marat, imponían toda su influencia popular en la naciente República. Por entonces largas listas de enemigos políticos, traidores, conspiradores o simples opositores, eran condenados a la guillotina por la sola decisión de aquellos.
Marat no cesaba en su actividad de escritor, ni siquiera cuando tomaba sus terapéuticos baños. Con su pluma dirigía arengas a la Convención, injuriaba a sus detractores y condenaba a los enemigos de la Revolución.
![]() |
"El asesinato de Marat" por Paul Jacques Aimé Baudry (1860) |
Pasados los años, en esta pintura, vuelve a la escena Carlota, la victimaria, esta vez de pié, impávida, sin arrepentimiento pero consciente de su obrar; esperando se cumpla su destino. Entonces, desaparece también el tono dramático, los elementos simbólicos y el carácter de mártir en Marat.
![]() |
"La muerte de Marat o Mujer con estilete" por Pablo Picasso (1931) |
Carlota, convencida de la justicia de su acción y de la importancia histórica de su crimen, no dudó un segundo en engañar a Marat para lograr su confianza. Fingiendo brindar nombres de traidores a la causa revolucionaria lo tuvo a escasos centimetros, los suficientes como para alcanzarlo mortalmente con el puñal que llevaba escondido.
![]() |
"The Death of Marat" por Edvard Munch (1907) |
Creía poner fin a los excesos jacobinos matando a uno de sus tres líderes, no temía a la muerte y deseaba sacrificarse por el bien de Francia, aún en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo.
![]() |
"Carlota Corday" por Arturno Michelena (1889) |
Dijo entonces, luego del hecho, al ser llevada detenida ante la enfurecida muchedumbre de sans-culottes y franciscanos que pretendían agredirla, según nos cuenta en Histoire des Girondins (1847) Alphonse de Lamartine:
"¡Pobres gentes! (...) ¡queréis mi muerte, y deberíais erigirme un altar por haberos librado de semejante monstruo!¡Dejadme en manos de esos fanáticos (...), los que sientan su muerte son dignos de ser mis verdugos!"