lunes, 26 de enero de 2015

Homicidio en "La Terreur"

                            

La muerte de Jean-Paul Marat


El día trece de julio de 1793, o veinticinco messidor del año I (Calendrier Republicain), fue asesinado en su domicilio particular el médico, escritor y dirigente revolucionario Jean-Paul Marat. Cinco días después, en París, la activista girondina Charlotte Corday era ajusticiada en la guillotina como autora del crimen. 



"La mort de Marat" por Jacques-Louis David (1793)

Marat agonizante, tendido en su bañera; el brazo derecho extendido conservando aún la  pluma entre sus dedos, en el piso el puñal caído y en el brazo izquierdo un manuscrito con el nombre de su victimaria.
Mas allá del gesto heroico (inspirado en Caravaggio) y el sentido propagandístico de la obra, se nos muestra una escena realista y brutal. Causó gran impresión en su momento conmoviendo a las masas populares y enalteciendo los espíritus revolucionarios. Por otro parte, llegó a ser considerada una "terrible bella mentira" por quienes reparaban en la ausencia de algunos detalles y en la presencia de componentes simbólicos; sin embargo, el sentido artístico de la obra es sin duda otro que la fijación forense.


"Charlotte Corday" por Jean-Jacques Hauer (s/d)

El hecho sucedió en plena Revolución Francesa, en los comienzos de la época del terror (La Terreur), cuando el triunvirato Robespierre, Dantón y Marat, imponían toda su influencia popular en la naciente República. Por entonces largas listas de enemigos políticos, traidores, conspiradores o simples opositores, eran condenados a la guillotina  por la sola decisión de aquellos.
Marat no cesaba en su actividad de escritor, ni siquiera cuando tomaba sus terapéuticos baños. Con su pluma dirigía arengas a la Convención, injuriaba a sus detractores y condenaba a los enemigos de la Revolución.  


"El asesinato de Marat" por Paul Jacques Aimé Baudry (1860)


Pasados los años, en esta pintura, vuelve a la escena Carlota, la victimaria, esta vez de pié, impávida, sin arrepentimiento pero consciente de su obrar; esperando se cumpla su destino. Entonces, desaparece también el tono dramático, los elementos simbólicos y el carácter de mártir en Marat.


"La muerte de Marat o Mujer con estilete" por Pablo Picasso (1931)


Carlota, convencida de la justicia de su acción y de la importancia histórica de su crimen, no dudó un segundo en engañar a Marat para lograr su confianza. Fingiendo brindar nombres de traidores a la causa revolucionaria lo tuvo a escasos centimetros, los suficientes como para alcanzarlo mortalmente con el puñal que llevaba escondido.


"The Death of Marat" por Edvard Munch (1907)



Creía poner fin a los excesos jacobinos matando a uno de sus tres líderes, no temía a la muerte y deseaba sacrificarse por el bien de Francia, aún en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo. 


"Carlota Corday" por Arturno Michelena (1889)



Dijo entonces, luego del hecho, al ser llevada detenida ante la enfurecida muchedumbre de sans-culottes y franciscanos que pretendían agredirla, según nos cuenta en Histoire des Girondins (1847) Alphonse  de Lamartine:

"¡Pobres gentes! (...) ¡queréis mi muerte, y deberíais erigirme  un altar por haberos librado de semejante monstruo!¡Dejadme en manos de esos fanáticos (...), los que sientan su muerte son dignos de ser mis verdugos!" 
  

  

1 comentario:

  1. Muy Bien!! Me ha Motivado a buscar y leer sobre el hecho y el momento histórico en que ocurrió.

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